La implantación de la identificación por radiofrecuencia (RFID) puede aportar beneficios considerables a los ciudadanos europeos. Sin embargo, plantea también cuestiones importantes, en particular en materia de seguridad y de protección de la privacidad. En apoyo de la implantación de esta tecnología, la Comisión Europea ha adoptado una Comunicación que propone acciones a nivel europeo, con el fin de facilitar el desarrollo de un marco político y jurídico adecuado.
ACTO
Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, de 15 de marzo de 2007, «La identificación por radiofrecuencia (RFID) en Europa: pasos hacia un marco político» [COM (2007) 96 - no publicada en el Diario Oficial].
SÍNTESIS
La RFID es un método de intercambio de información entre un marcador (etiqueta de radiofrecuencia) * que puede incorporarse a cualquier objeto, y un lector, es decir, un dispositivo inalámbrico capaz de identificar esta información a través de las radiofrecuencias. El poder de esta tecnología aumenta cuando este lector está conectado a redes de comunicación como Internet, que introducen la información en la red informática mundial.
La implantación de la RFID representa una etapa importante en el desarrollo de numerosos sectores, entre ellos el transporte, la salud y el comercio al por menor. Sus aplicaciones van desde la trazabilidad de los alimentos a los pagos automáticos, la movilidad y la observación de los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. De esta forma, pueden mejorar notablemente la vida de los ciudadanos.
No obstante, esta tecnología suscita una gran preocupación por su posible incidencia en la protección de la privacidad, la salud y el medio ambiente.
A nivel técnico y comercial, la RFID está lista para su implantación a gran escala. No obstante, faltan por regular algunos aspectos, en relación con la elaboración de un marco jurídico y político para esta tecnología.
Confidencialidad y seguridad
La tecnología RFID plantea problemas de confidencialidad y suscita preocupación en cuanto a su seguridad, ya que puede utilizarse para recoger y divulgar datos personales. Ello explica sus dificultades para obtener la aceptación de los ciudadanos, que desean que se apliquen algunas medidas de protección. Así pues, en este ámbito, conviene tener en cuenta las implicaciones sociales, políticas, éticas y jurídicas de la implantación de la RFID.
Según la legislación actual, los poderes públicos nacionales deben velar por la aplicación de las disposiciones nacionales en materia de procedimientos para el tratamiento de datos, incluidas las aplicaciones RFID. Por lo que se refiere a la seguridad del sistema RFID, los Estados miembros, la Comisión y las empresas deberán realizar un esfuerzo conjunto en los niveles tecnológico, organizativo y de proceso empresarial. Con este fin, la Comisión fomenta la consolidación de las buenas prácticas y la elaboración de criterios de concepción de la tecnología RFID que limiten los riesgos desde su origen.
La reducción de los riesgos para la seguridad y la privacidad exige una vigilancia permanente de todas las implicaciones de la RFID. A este respecto, un enfoque específico para cada aplicación RFID puede resultar más eficaz que un enfoque más general, ya que cada aplicación tiene sus propios riesgos y ventajas.
Las campañas de sensibilización e información pueden desempeñar un papel esencial. La consulta pública realizada por la Comisión reveló que la información actualmente disponible resulta insuficiente para que el ciudadano pueda calibrar las posibilidades y retos que representa la RFID.
La Unión Europea (UE) dispone de un arsenal jurídico en el ámbito de la protección de los datos personales. El Tratado de la Unión Europea (artículos 6 y 30) y la Carta de los Derechos Fundamentales (artículo 8) reconocen su importancia. Por otro lado, la Directiva general sobre protección de datos y la Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas precisan el marco legislativo europeo en este ámbito. Estas Directivas garantizan la protección de los datos de carácter personal teniendo en cuenta la innovación de los procedimientos utilizados para el tratamiento de datos.
Gestión de las bases de datos
El almacenamiento de datos y el acceso a los mismos también plantean problemas políticos en relación con la implantación de la RFID. Con vistas a una nueva fase de desarrollo de Internet, conviene reflexionar sobre las posibles averías o usos no deliberados que pudieran provocar daños, así como sobre la posibilidad de que caigan en manos de intereses particulares que pudieran utilizarlos para sus propios fines. A este respecto, el debate político puede tener lugar en el marco establecido por la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información.
Espectro radioeléctrico*
La disponibilidad de espectro y la armonización de sus condiciones de utilización constituyen cuestiones básicas para el funcionamiento de las aplicaciones RFID en Europa. Desde 2002, su implantación se apoya en una nueva base, ya que la Comisión racionalizó la utilización del espectro radioeléctrico en la UE.
Normas
Las normas que regulan la RFID deben facilitar una implantación armoniosa de los servicios, teniendo en cuenta la rápida evolución de las tecnologías. Según los comentarios de los participantes en la consulta, la Comisión debería desempeñar un papel más activo en la promoción de la interoperabilidad y la racionalización de las normas internacionales.
Cuestiones relacionadas con el medio ambiente y la salud
Las preocupaciones medioambientales se refieren al tratamiento de los residuos y a la utilización de sustancias peligrosas. Estas cuestiones se abordan en la legislación comunitaria relativa a los aparatos eléctricos y electrónicos. Por lo que se refiere a la salud, aunque la exposición de la población y los trabajadores a los efectos de los campos electromagnéticos (CEM) * asociados a las aplicaciones RFID se considera baja, sigue suscitando cierta inquietud. Además, el marco jurídico comunitario limita la exposición a los CEM.
ACCIONES A NIVEL EUROPEO
La Comisión seguirá examinando las soluciones a los problemas que plantea la tecnología RFID y proseguirá el diálogo y la colaboración con las partes interesadas. A tal efecto, establecerá un grupo de partes interesadas en la RFID y reforzará los contactos con los terceros países.
Las acciones a nivel europeo seguirán las directrices siguientes:
seguridad: antes de concluir 2007, la Comisión publicará los principios que deberán aplicar los poderes públicos en relación con el uso de la RFID; velará también por que se actualice la legislación relativa a la protección de datos y de la privacidad; los códigos de conducta y las buenas prácticas elaborados por los expertos, así como la estrategia para la seguridad de la sociedad de la información, constituirán orientaciones importantes para garantizar la seguridad de la RFID y el respeto de la privacidad;
espectro radioeléctrico: en caso necesario, la Comisión adoptará nuevas medidas para crear espectro adicional;
política de investigación e innovación: la Comisión apoyará las actividades de investigación y desarrollo, que son fundamentales para la implantación masiva de la tecnología RFID; entre los principales temas de investigación cabe citar la miniaturización de los chips de silicio *, los materiales alternativos para la producción de chips, la seguridad y las grandes memorias reescribibles; el Séptimo Programa Marco, la plataforma europea eMobility (EN) y otros proyectos piloto podrán desempeñar un papel destacado;
normalización: el Comité Europeo de Normalización (CEN) (EN), la Organización Internacional de Normalización (EN) y el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicación (ETSI) (EN) (continuarán el proceso de normalización y de elaboración de normas, manteniendo al mismo tiempo un diálogo con los organismos homólogos de los terceros países.
Contexto
La implantación de las soluciones RFID va unida a un refuerzo del papel de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el desarrollo de la economía europea. En efecto, las TIC deben convertirse en uno de los sectores punteros de nuestra economía. La reflexión en torno a la RFID se sitúa así en el marco de la estrategia de Lisboa, que atribuye a la innovación un papel central para convertir a la UE en la economía más dinámica y competitiva del mundo de aquí a 2010.
Términos clave del acto
Microchip (o circuito integrado): componente electrónico cuyo tamaño puede reducirse ahora al de un punto. La materia prima básica utilizada habitualmente para su fabricación es el silicio.
Etiqueta de radiofrecuencia (o marcador): pequeño objeto que consta de un chip conectado a una antena. Estos dos componentes se encapsulan en un soporte que puede incorporarse a diversos objetos. A través de las ondas de radio, este dispositivo envía información que un lector adecuado puede captar e introducir eventualmente en la red Internet.
Espectro radioeléctrico: conjunto de radiofrecuencias disponibles para la transmisión de información.
Campos electromagnéticos: zona en la que se ejercen fuerzas electromagnéticas. La intensidad del campo es variable, ya que sus fuerzas se intensifican a medida que se acercan a la antena. La exposición prolongada a los campos electromagnéticos podría tener efectos negativos para la salud humana. Sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud el nivel de exposición a las radiofrecuencias de las estaciones de base y las redes inalámbricas es tan bajo que no hay que temer efectos perjudiciales para la salud humana.
Carlos J. Rueda S.
18565256
EES
Sección: 2
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