Gerionte Technology ha desarrollado una metodología propia de implantación de chips inyectables en las pezuñas de los animales
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José Pichel Andrés/DICYT Una nueva empresa salmantina, Gerionte Technology, trata de abrirse un hueco en el mercado de la identificación de animales por radiofrecuencia creando un solo producto para el ganadero que integre los identificadores, los lectores, la transmisión de datos y el software necesario para interpretarlos. Además, la compañía ha desarrollado una metodología propia de implantación de chips en la pezuña de vacas, ovejas o cerdos con el objetivo de mejorar su trazabilidad.
"Tratamos de integrar las herramientas de identificación y el software necesario para gestionarlas, de modo que el ganadero no se preocupe de la tecnología y tenga todos los datos en su ordenador", ha declarado a DICYT Andrés Montejo, director técnico de la empresa. En ese sentido, Gerionte recoge la experiencia de empresas anteriores dedicadas por separado a distintos aspectos relacionados con este sector. En la actualidad, coexisten tres sistemas para la identificación animal por radiofrecuencia (RFID, del inglés Radio Frequency Identification): los inyectables subcutaneos, los bolos ruminales y los crotales, y todos ellos se basan en la implantación de chips pasivos en los animales, aunque con sistemas muy diferentes. "La diferencia está en el soporte del chip que condiciona el cómo y en qué momento se coloca en el animal", explica Andrés Montejo. "Lo que se busca es una trazabilidad perfecta desde el nacimiento del animal hasta el consumo, de manera que el producto final tenga toda la información posible", señala.
Aunque Gerionte trabaja con los tres sistemas, porque la legislación obliga en algunos casos a colocar uno u otro, su filosofía es apostar por los inyectables. Los crotales son unos dispositivos externos, de manera que los animales pueden perderlos, mientras que los bolos ruminales tienen que ser ingeridos para alojarse en el segundo estómago de los rumiantes y presentan varias dificultades, por ejemplo, en ovino no son aptos hasta los seis meses, de manera que la trazabilidad en este caso no existe, pues los corderos se consumen con menor edad, y en algunos casos los bolos rúmiales son regurgitados produciéndose la perdida del identificador o el atragantamiento del animal. Por otro lado, el bolo ruminal es inviable en especies no rumiantes como el cerdo.
Innovaciones en los inyectables
Un tercer modelo, presenta unos chips más pequeños, de 15 milímetros, que pueden inyectarse con una aguja y quedar bajo la piel de los animales. Es el único sistema que se pude implantar al nacimiento del animal independientemente de la especie. Hasta el momento, este sistema también ofrecía algunos problemas, ya que en ocasiones el chip se desplazaba, corriendo el riesgo de pasar a la cadena alimentaria. Pero esta empresa salmantina ha ideado un nuevo método que consiste en colocar en la pezuña del animal un chip subcutáneo que presenta dos innovaciones, el nuevo modelo de aguja y la sujección del chip. Con respecto a esto último, el chip va recubierto de parileno, que es un polímero utilizado también en cirugía humana que facilita la unión de los tejidos orgánicos al chip, evitando el desplazamiento.
"Los inyectables son más baratos y todos los animales tienen pezuña, así que la trazabilidad es completa desde el nacimiento", asegura el director técnico. En este caso, el paradigma de la trazabilidad perfecta se da en el cerdo iberico, ya que el chip "se puede colocar en la pezuña del animal cuando nace y llega hasta el consumidor del producto final en forma de jamón o paleta". La aguja especial que desarrollaron para colocar los inyectables en las pezuñas logró una extraordinaria efectividad, reduciendo las pérdidas, que antes se situaban entre el 8 y el 10% de los casos y con el nuevo método se quedaron en el 0'5% con especial efectividad en la especie caprina.
Una gestión con todos los datos
Para que funcione el sistema de radiofrecuencia, en una explotación ganadera se ubican varias antenas en lugares clave como las puertas o los comederos. La implantación de estos chips presenta numerosas ventajas para la gestión de las explotaciones, ya que permite automatizar ordeños y pesajes, por ejemplo. Es decir, en un gran rebaño de ovejas, el ganadero puede conocer qué cantidad de leche da cada animal, ya que la ordeñadora automática también está conectada al resto del sistema y manda los datos al ordenador. Lo mismo ocurre en el transporte de animales en un camión, ya que integrando distintas tecnologías saben qué animales viajan, en qué punto se encuentran y las condiciones de humedad o temperatura.
En ese sentido, otra de las tecnologías que tratan de integrar es la transmisión de los datos desde los distintos puntos donde se puede recoger la información hasta dispositivos móviles como un teléfono o una PDA, donde el ganadero puede recibir todos los datos, y de estos al sistema central mediante el uso de la tecnología inalámbrica, GPRS o UMTS/3G, todas ellas aplicadas a la telefonía móvil convencional.
El mayor proyecto de identificación
Los promotores de Gerionte han participado recientemente en el mayor proyecto de investigación en identificación de ovino y caprino con inyectables que ha tenido lugar en el mundo, desarrollado en Castilla y León en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Federación de Productores de Ganado Vacuno Extensivo (Fevex), y financiado por la Consejería de Agricultura y Ganadería Junta de Castilla y León, manteniendo una estrecha relación con empresas de Suiza, Nueva Zelanda, Alemania, Noruega, Brasil, y otras españolas que son punteras en alguno de los aspectos con los que trabaja ahora la nueva empresa salmantina. En este proyecto participaron siete explotaciones de ovino y caprino de Castilla y León con un total de 4.038 animales.
Carlos J. Rueda S.
18565256
EES
Sección: 2
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